Visinia Anamaria Faasoesa Ranadi, del Estado Independiente de Samoa, limpia plantas invasoras en el Parque Ecológico de los Manglares de Futian el sábado. Wang Haolan
En abril, 25 estudiantes de la Generación Z (nacidos entre mediados de la década de 1990 y principios de la de 2010) de 23 países y regiones realizaron un viaje de intercambio cultural a lo largo de la Ruta de la Seda, una antigua ruta comercial que conectaba China con Oriente Medio y Europa.
El viaje, denominado como "Generación Z 2023: El futuro de la Ruta de la Seda", tiene como objetivo de fomentar el intercambio cultural entre jóvenes de todo el mundo y conocer la historia de la Ruta de la Seda. La Asociación de Relaciones Públicas de China (CPRA, por sus siglas en inglés) organiza el viaje con el fin de celebrar el décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) propuesta por China.
El viaje inició el 6 de abril en el Museo Nacional de China en Beijing y visitó las ciudades de Luoyang en la provincia de Henan, Weinan en la provincia de Shaanxi y Dunhuang en la provincia de Gansu, donde los participantes se sumergieron en la cultura china y exploraron sitios históricos a lo largo de la antigua Ruta de la Seda.
Durante la expedición, los participantes fueron invitados a cocinar un banquete, componer una canción, crear una pintura china y plantar árboles, cuyos resultados se expusieron en una ceremonia de clausura en el Centro Financiero Internacional Ping An en el distrito de Futian, ciudad de Shenzhen el sábado.
En la ceremonia, cuatro representantes de los participantes de la Generación Z, junto con 15 estudiantes de Shenzhen, propusieron una iniciativa para abogar por un estilo de vida ecológico y con bajas emisiones de carbono.